Estimulación Infantil ¿si o no?

Hace un tiempo, releyendo el libro de Vimala Schneider “Masaje Infantil: Guía Práctica para el Padre y la Madre”, topé con un capítulo que recuerdo que en su día me llamó la atención y que, ahora que soy madre, lo ha hecho mucho más. En este capítulo, la autora habla acerca de la Estimulación Infantil, tema que tanto nos preocupa a los padres y madres (sobre todo primerizos). Incluso en estas fechas del año buscamos sofisticados juguetes y artilugios que estimulen a nuestros bebés. Personalmente, es un tema sobre el que me gusta recapacitar, sin caer en el consumismo desmesurado, y decidiendo de manera consciente qué es lo que necesitan mis hijos. De hecho, es el tema alrededor del cual gira nuestro libro «Bebés en Movimiento: Manual de Psicomotricidad para Papás, Mamás y Cuidadores», donde nos gusta hablar más de un «acompañamiento» que de una «estimulación del desarrollo del bebé».

Me parece un texto precioso, cargado de razón que me gustaría compartir con vosotr@s, así que lo copio literalmente. Espero que lo disfrutéis.

Estimulación infantil:

Mientras que nadie pone en duda la necesidad de una estimulación adecuada para conseguir un desarrollo saludable del bebé, no existe entre los especialistas un acuerdo unánime sobre el valor de una estimulación artificial de los sentidos del recién nacido. Los defensores de la estimulación precoz afirma que la observación de imágenes muy contrastadas en blanco y negro (como móviles con dibujos tipo ojo de buey, tableros de damas o rayas en estos dos colores), así como la escucha de grabaciones con sonidos o ruidos (sonidos monótonos como aspiradoras o motores de coche), y otros estímulos sensoriales, pueden acelerar el desarrollo infantil y aumentar la inteligencia, sirviendo también de ayuda en el momento de conciliar el sueño o calmar un cólico.

Henry Williams, médico muy respetado y antiguo presidente de la Asociación de Médica de la Sociedad Antroposófica, propone que los bebés vienen de un lugar de suaves contornos y colores tenues y que es razonable que sean introducidos a las formas más definidas el mundo al que acaban de llegar. “Nosotros deseamos que su paso a esta vida sea lo  más suave posible –dice-, para que así puedan disfrutar de una transición tranquila, cuidadosa, acompañada de músicas suaves, contornos modificados y colores tenues que permitan una introducción paulatina en este nuevo mundo tan fascinante de formas definidas. No hay prisa alguna en conseguir la transición”.

Nuestra gran preocupación porque nuestros hijos sean capaces de salir bien parados de los tests de inteligencia puede obligarnos a aceptar programas que pueden ser o no valiosos y que, de hecho, pueden incluso llegar a ser perjudiciales para el desarrollo emocional y espiritual de niños a largo plazo. Los fabricantes de productos para bebés parecen decir que nuestros hijos no podrán llegar a competir por un buen salario o un buen estatus en una sociedad cada vez más competitiva a menos que estén en contacto con ciertos objetos y ciertas formas de procesar la información lo más pronto posible. Esta dependencia del bebé hacia ciertos objetos materiales que hacen las veces de “estimuladores sensoriales” beneficia, sin duda, a las compañías que producen estos productos y a los expertos que los promocionan. Al mismo tiempo, los padres que reciben poca o inapropiada ayuda como progenitores, encuentran con frecuencia consuelo a su estrés y sentimiento de culpabilidad en estas intervenciones mecánicas. Yo estoy muy preocupada sobre el lento deterioro e nuestras capacidades intuitivas y de la confianza en nosotros mismos. Es posible que un día lleguemos a creer que los objetos materiales consiguen estimular mejor, consolar con más eficacia y desarrollar mejor el cerebro el bebé que nosotros mismos, y que sin estos productos nuestros bebés sentirán algún tipo de carencia. En lugar de ofrecer un entorno emotivo, unas enseñanzas espirituales y una exploración del mundo, nos esforzamos, cada vez más, en ofrecer a nuestros hijos los objetos “necesarios” de estimulación.

colicos-en-el-lactanteA medida que los investigadores se han interesado, cada día más, por todas las increíbles ventajas que el masaje puede ofrecer a los bebés, su interés no ha pasado desapercibido para los comerciantes ávidos de beneficios. Hace muchos años yo bromeaba diciendo que una forma de hacerse ricos sería inventar un “aparato para dar masajes” que pudiera enchufarse y aplicarse al bebé. El único problema sería que no tendría ninguna de las ventajas del masaje infantil. Ante mi asombro y decepción, una empresa ha fabricado un “aplicador de masajes para bebés” similar a los instrumentos de masaje shiatsu tan populares en algunos comercios (que al final acaban en el armario, pues nada es capaz de liberar la tensión como el roce humano). Muchos padres poco informados lo comprarán, pensando en las posibles ventajas para sus bebés. Pero también estos artefactos acabarán en el fondo el armario cuando los padres se den cuenta de que no hay sustituto a sus manos amorosas.

Los psicólogos evolucionistas están de acuerdo, actualmente, en que los niños aprenden de una forma natural y son capaces de extraer de un ambiente cálido y amoroso toda la información que precisan. La seguridad básica creada por la relación padre-hijo permite al pequeño salir de su mundo y desarrollar sus plenas capacidades en un campo físico, mental y espiritual. El masaje infantil proporciona toda una serie de experiencias sensoriales fascinantes, Los ojos de la madres, el contorno de sus cabellos, su sonrisa, su olor, el sonido de su voz al contar un cuento o cantar una canción de cuna: todo ello no sólo proporciona el contraste suficiente para el niño, sino que lo estimula de una forma cálida y amorosa. Acelera la mielinización nerviosa y le dice que ha llegado a un mundo que vive y respira. No existe música más dulce que el canto de una madre; nunca un juguete podrá narrar mejor un cuento que un padre de carne hueso. Nadie ha inventado un sustituto al contacto amoroso de los padres. Ningún sistema de estimulación vestibular puede compararse con el acto de mecer y transportar en brazos a un niño. Y en lo que respecta a los ruidos monótonos, nada puede superar a los sonidos de la respiración y latidos del corazón”

Y tú, ¿que opinas acerca de este tema? ¿Cuál es tu experiencia? Tus comentarios son bienvenidos.

Por |2020-02-25T00:12:29+01:00diciembre 16th, 2015|Desarrollo del bebé|Sin comentarios

Sobre el Autor:

Soy Lorena Gutiérrez, Fisioterapeuta especializada en Salud Materno-Infantil Soy también Docente y Mentora de Profesionales de la Salud, en temas relacionados con la salud postural en embarazo y posparto, suelo pélvico, lactancia y desarrollo del bebé. Coautora del libro "Bebés en Movimiento" Mi formación como Fisioterapeuta y mi experiencia como Tri-Madre-Emprendedora han sido las claves para entender las dificultades a las que los Profesionales Sanitarios nos enfrentamos. Te ayudo para que puedas ayudar más y mejor a mujeres y bebés.

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