Los papás y mamás visualizamos el masaje infantil como el momento perfecto en el que tumbamos a nuestro bebé, aplicamos el aceite sobre su cuerpecito y conseguimos (al menos un ratito de) relajación e incluso el sueño del bebé.

Sin embargo, cuando nos ponemos a ello comprobamos que el bebé no siempre está dispuesto.

Muy a menudo pasamos por alto la preparación, o más bien nuestra preparación para el masaje. En esta interacción y momento de comunicación estrecha que supone el masaje, el bebé va a percibir nuestro estado de ánimo y nuestro estrés. Por ello, se hace necesario unos minutos de relajación previa, donde tomemos conciencia de aquello que queremos transmitir a nuestro bebé, y de lo que preferimos dejar a un lado.

En este vídeo (grabado en colaboración con Fisioterapia Online) te cuento qué hacer antes de empezar a aplicar el masaje al bebé. La relajación previa es muy importante y, para unos buenos resultados, debemos concederle la importancia que se merece. En este otro artículo encontrarás otra secuencia de relajación que también puedes practicar.

También te hablo en el vídeo de la posición adecuada en la que colocarte tú y colocar a tu bebé, así como unas maniobras básicas para empezar a aplicar el masaje en casa.

En este primer artículo me centro en bebés que todavía no han adquirido la destreza de desplazarse. Más tarde, aunque sigan disfrutando del masaje, tienen la necesidad de moverse y explorar, y nosotros debemos respetar esa necesidad tan importante para su desarrollo, adaptando el tipo de masaje (pero de ello te hablo en la segunda parte del artículo).

Si te gustaría profundizar en la práctica del masaje y completarlo con juegos y ejercicios adaptados a cada fase del desarrollo del bebé, te recomiendo nuestro libro Bebés en Movimiento: Acompañamiento del Desarrollo Psicomotor, Sensorial y Postural de tu Bebé.

¿Conocías el tipo de relajación que te propongo en el vídeo? ¿Con qué edad empezaste a hacer el masaje a tu bebé?

Me encantará conocer tu experiencia.